21 de julio de 2010

El día del porno (I)



No hace muchos días que me transladé a este piso. De momento, somos tres las que estamos. Ellas quieren meter a un chico, me parece bien, siempre que no sea un gilipollas. En fin, nuevo piso, nueva convivencia. Espero que no se parezca en nada a lo que ya viví con mis antiguas compañeras. Éstas, al menos, parecen majas.

El piso está hecho una mierda. Necesita una buena mano de pintura y quince litros de amoniaco, que elimine la grasa de la cocina. Los muebles son viejos, las ventanas endebles y se pueden escuchar perfectamente, las conversaciones del salón con las puertas cerradas. Sí, este piso es una mierda, pero es lo más barato que he podido encontrar. Además, me pilla al lao de la facultad. Ya se sabe lo que se dice: en tiempos de crisis, hay que saber adaptarse a todo.

Bueno, no está tan mal. Tengo enfrente, a un grupo de estudiantes viviendo en un piso mucho más bonito y lujoso que este. La mayoría de los chicos son normaluchos tirando a feos, pero hay uno con un cuerpo, una sonrisa y unos ojazos, que ya quisiera yo pa mí... El resto de vecinos son ancianos y matrimonios con hijos, nada interesante.

Esta mañana, las chicas y yo hemos empezado la limpieza a fondo de nuestra nueva vivienda. Ha sido un frotar y tirar cajas de basura incesables. Había pilas de bolsas de basura y chismes apilados en todas las habitaciones. 

A media mañana, un querido vecino, al cual, tengo unas ganas inmensas de conocer para poder patearle el culo, ha tenido la gran idea de ver porno con el volúmen al máximo. Como si estar hasta las rodillas de mierda, con un pañuelo en la cara y unos guantes hasta los codos para no pillar vete a saber qué entre tanta porquería; hemos tenido que soportar los múltiples orgasmos de "La guarra de las galaxias" una y otra y otra vez, las cuatro veces seguidas que la ha puesto. Tiene suerte de que María haya tenido la genial idea de almorzar fuera, porque ¡iba a subir y a arrancarle las pelotas de cuajo a ese cabrón!

A las ocho de la tarde, ya siento que puedo deshacer del todo las maletas, sin el peligro de que una enorme, negra y peluda rata, salga de detrás de alguna de las viejas cajas de trastos, que había apilados en mi dormitorio. Sólo acababa de empezar, cuando el gilipollas del porno pone, a toda ostia, otra puta película guarra. "El quinto coño", manda huevos. Encima el tío es cutre hasta para elegir las películas. No podía soportarlo más, se iba a enterar.

Subí hecha una furia y golpeé repetidamente su puerta. Golpeé, golpeé y golpeé pero el muy hijo puta no la abrió. Grité que llamaría a la policía como no bajara el volúmen y entonces, la apagó. Me quedé sorprendida mirando la puerta y volví a llamar para poder partirle la cara al muy gilipollas. Pero nadie abría. Seguí golpeando y gritando, le amenacé con denunciarle y le solté todas las formas en las que iba a desollarle, rajarle, cortarle miembros, sacarle ojos, arrancarle las tripas, hervir sus órganos y mearme en todos las heridas antes de que muriera en la mayor de las torturas imaginables. Entonces, tras mi detallado y macabro monólogo, pude escuchar como el muy cerdo estaba tras la puerta, mirándome a través de la mirilla y pajeándose. Gemía, incluso, me llegó a pedir que lo insultada más tiempo porque estaba muy cachondo. Yo, repleta de ira, empecé a patadas contra la puerta y al muy asqueroso, le gustaba. A la quinta patada retomé el control y decidí volver a casa y llamar a la policía.  Comencé a bajar las escaleras cuando, en ese instante, a puerta se abrió. Me paré en seco y miré. Estaba entreabierta. Una mano delgada me hizo señas para que me acercase. Desconfié, pero por encima de todo quería darle una paliza. Me acerqué a la puerta con todo el aire del mundo metido en los pulmones, dispuesta a arrancarle la cabeza de un soplo y de repente... La vi. ¡¿A ella?! ¿¿Una mujer?? ¡¿Una sexy y excitante mujer?! ¡¡¡El asqueroso de mi vecino resultó ser la guarra de mi vecina!!! Me quedé sin aire, muda. Ella rió y dijo:

- Oh, vaya, verte así de indefensa también me excita.

2 comentarios:

  1. Qué cosas pasan en el mundo, negra!!!!
    De momento me voy a tomar una tila porque vaya tela... con lo tranqui que estaba hoy esta agresividad me ha dejado... GRRRRRRR...
    Pero lo que importa:
    Imaginativo relato, con buen ritmo y con sorpresa final, que siempre, al menos yo, agradezco porque me cansa todo lo que se ve venir.
    Ole.

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  2. Seguimos teniendo mirada pícara...

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