1 de octubre de 2009

2. Clarice en el pub

Me encanta este sitio. El ambiente que hay, la música, los camareros,... y especialmente, me gusta porque estoy con mi amiga Sonia. Ella me entiende mejor que nadie. Está totalmente en contra de Carlos desde el principio. Pero nunca se opuso a que estuviera con él. Porque sabe cómo soy. Lo obstinada que soy. Y cómo voy en contra del mundo cuando éste va en mi contra.

Guiño un ojo al camarero, y entonces se me acerca y me trae una cerveza en una copa, como a mi me gusta. No le había pedido nada, pero me conoce, y ya sabe cuáles son mis gustos. El guiño sirvió para decirle, traemelo ahora, Joan. Me encanta cómo le queda esa camiseta negra y ajustada que tiene por uniforme. El primer trago de cerveza es el mejor, el que más disfruto. El resto de la cerveza está bien si la compañía es buena. La compañía... y la música. Empieza a sonar esta canción Summercat, y nos levantamos y empezamos a bailar.



Esta canción me ha dado muchas alegrías este verano. Por eso nos hemos levantado como locas. ¡Qué risas! Es lo que más me gusta hacer. Bailar como una loca, sin que nadie me tenga que parar los pies. Siento que estoy en mi salsa. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto. Salto, giro sobre mí misma, sin parar de sonreír. "¡Ops! Perdona, que te he pisado". Vaya tío. ¡Qué bueno que está! Menos mal que no se lo ha tomado mal. Le he pisado.Casi me caigo, y me ha cogido entre sus brazos para evitarlo. Sonríe y me dice: "no hay problema".

A partir del incidente hemos tenido una conversación muy amena. Se llama Sergio. Tiene 34 años. Vive cerca de aquí. Me invita a tomar algo mientras hablamos. Sigo con las cervezas.Ya le había visto otro día en este pub, pero nunca me había parado a hablar con él.

Mientras me entretengo con Sergio, observo a Sonia. Prepara sus armas. Está bailando. Contornea sus caderas. Su minifalda es ajustada de licra, le marca sus caderas. Sabe lo que quiere. Sabe a quién quiere. La conozco desde hace muchos años. Ha mirado a un chico, le ha elegido. Mueve sus caderas sensualmente, mientras se acerca hacia él, despacio, pero sin dejar de seguir el ritmo de la música. Cada vez está más cerca de él. Cada vez es más obvio que habrá un roce entre su culo y el sexo del chico. Unos centímetros más y ella será la leona que habrá cazado a su presa. Efectivamente, es así. Desde aquí puedo apreciar cómo su culo roza el paquete del chico. Cómo se frota en él.

A continuación él pone sus manos en las caderas de Sonia. Acaricia su contorno, sube hacia su cintura, y le besa el cuello. Después la gira hacia él, para depués besarla en los labios. Ella sonríe. Por un momento me mira, y ve que yo la miro a ella. Se separa del chico, que se queda atónito, pero no se mueve del lugar. Sonia se acerca a mi. Me pregunta si estoy bien. Sí, estoy bien, le digo. Me comenta entonces que se va a casa, que no se encuentra bien. Se me acerca al oído y me susurra "ya he cazado, ya te contaré". Nos damos dos besos y vuelve hacia su presa. Le besa y ambos desaparecen. Lo que él no sabe es que Sonia se lo lleva a su guarida, y que allí le devorará. Ha usado su ataque sutil pero fulminante. Esa táctica nunca le falla.

 Me quedo sola con Sergio. Me tomo otra cerveza.  Es un chico muy simpático. No puedo darme cuenta de lo bueno que está, porque me estoy acordando del cabreo que me llevó a venir aquí: Carlos. La conversación me liará hacia algo que ya contaré el próximo día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aporta tu mirada